martes, 21 de febrero de 2017

DEPARTAMENTO HACIA CUBA


En el año 1885 fue publicado en el suplemento literario del famoso diario El Imparcial una crítica realizada por Leopoldo Alas Clarín. Consistía en un cuento en el cual mostraba sus pensamientos respecto a la situación de Cuba y de la España de finales de siglo.¹

Se trata de un análisis disfrazado de la situación política en el cual utiliza tres personajes principales y un narrador omnisciente para contar la historia. Nos encontramos a un duque, un teniente y una viuda.
El primero de ellos es el “duque de Pergamino, marqués de Numancia, conde de Peñasarriba” que representa a la vieja aristocracia. Numancia tiene un gran valor en la literatura española, pues sus habitantes eran considerados como héroes por el número de gente que mataban, consiguiendo así ser un símbolo en España. Este duque era además consejero de ferrocarriles, el gran negocio de aquel tiempo, pues si las vías del tren pasaban cerca de la ciudad la enriquecían. Y por si fuera poco también era ex ministro de Estado y de Ultramar, lo cual le otorgaba un buen puesto en la sociedad.
El segundo de ellos es el teniente, el cual representa a la sociedad que se ve impotente ante la obligación de abandonar a su familia para conseguir beneficios para terceros, llegando incluso a morir por realizar la labor sin recibir ninguno de esos intereses.
Y por último, en tercer lugar, tenemos a la viuda, que representa en cierta medida a las mujeres. Estas no podían participar en la política, solo podían limitarse a sufrir las muertes de sus seres queridos.

En este relato se sitúa al lector en el contexto histórico mostrándole también algunas de las costumbres del momento. Un ejemplo sería el atuendo de la viuda: llevaba un velo, como el resto de las mujeres de aquellos años, debido a que en algunas ocasiones no podían mostrar su cabello, como ocurre con las mujeres árabes.
También nos deja ver cómo estaban las cosas en el ámbito del servicio militar, el cual solo era obligatorio para los pobres, como es el caso del teniente. Si te tocaba por sorteo pero tenías dinero para pagar la cantidad exigida te librabas, por lo tanto eran los pobres los que morían allí ganando dinero para ayudar a su familia.
Con respecto al narrador habla en tercera persona, reflejando de alguna manera los pensamientos del duque. Leopoldo Alas nos permite ver su gran talento utilizando en un párrafo del texto el estilo indirecto libre. En ese momento crea una cierta confusión entre el duque y el narrador, pues lo que hace es incluir las palabras de este en la historia sin ningún tipo de indicación, ni comillas ni guión. ²

      Por último cabe destacar que en aquella época el teatro era la manifestación artística más enriquecedora, por eso este texto conforma un relato con posibilidad de ser representado teatralmente, ya que como podemos observar utiliza dos diálogos; uno entre el duque y el teniente y otro entre el primero de ellos y la viuda.



¹ El cuento puede encontrarse en el siguiente enlace: http://ciudadseva.com/texto/en-el-tren/


² “¡De ninguna manera! No hay cortesía que valga; el noble español es muy inglés cuando viaja y no se anda con miramientos medioevales..”



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